Delfines y canoas.
No puedo dejar de pensar en eso mientras camino por esta ciudad.
Delfines y canoas.
No permito que escapen de mi pensamiento.
Delfines y Canoas.
Gente. ¿Tanta gente? Es mucha. Somos muchos. Vamos por la vereda. En la calle no hay autos, entonces bajo al asfaltopara poder sentirme.
Distraida camino. Pronto-de pronto-me caigo. (No tropiezo, caigo, como por una alcantarilla, parece).
Pero delfines y canoas me protegen del miedo. Miedo a lo que ocurre, miedo a lo que viene.
Ahora ausentes, los miedos.o intraducibles.
Pues mi mente toda esDelfines y canoas.
No cesa la caida, parece que voy por un túnel y me río porque ya no hay vereda, ni gente.Sólo túnel
y delfines
y canoas
y caer.
Deslizarse, deslizarme.Deslizarme en el caer curvo, agudo, movimiento uniformemente variado, agradable y veloz.
¡fium! Vuelvo a caer, como al aire, como a la nada.Ahora agua y túneles de agua.No puedo respirar. Pero-Delfines y Canoas-. No tengo miedo de lo que llega. Pronto floto
y respiro.
Me toca el Sol.
Sol, delfines y canoas
.También algo de mar.
Elementos en mi mente: Delfines, canoas, sol, mar.
Mar en mi piel, el Sol que me seca
un delfín y otro.
saltan.
A mi alrededor, canoas. Me trepo a una.
Delfines, canoas, sol, mar, trepar. Y navego. Rodeada de delfines, bajo el Sol, sobre un mar que me lleva hacia alla,hacía lo próximo, próximo limpio de ansiedad. el miedo desvanecido.
Delfines, Canoas, y Navegar.
23/2/09Yésica Topakbassian